Solía ser causa de miles de sueños, de ideas que evitan descansar
es el insomnio de las mentes geniales, el tormento para las depresivas,
pero sin percatarse de nuestro paso siquiera, no deja de avanzar,
cayendo sobre nuestras vidas, y dejando unas más atrás
ávido destino, de quien se atreve a destapar sus misivas
solo para descubrir tras fuertes decepciones que no están escritas
no se encuentra esperando nuestros pensamientos, pasiones ni delirios.
Solo está, pasando sobre nosotros cariño, sin mosquerase, sin saber,
que diminutas criaturas pensamos en él,
que la vida y la muerte se postran ante su poder,
que cualquier bello amanecer, en cualquier horrible tragedia,
sobre la cima de la montaña más alta
y bajo la fosa más oscura y recóndida
sus designios son los que dictan lo que ocurrirá y lo que no.
Y aún así mi bella amiga
puedo decirte que a pesar de creer
dentro de mi inquieto corazón que no hay salida alguna
en la que él no haya metido sus manos,
su poder inmaculado, su indiferencia brutal
aún así queremos desde el fondo de nuestro Ser
luchar por nuestras propias vidas, por encontrar
una razón más de gozar nuestra existencia,
oculta tras las miradas llenas de amor
en los seres que más queremos en casa
(aceptando como casa miles de significados)
en los lugares que extrañamos
en las pasiones que añoramos despertar
en los recuerdos que ya no están
y sin duda, en el acto de comunicar
de una u otra manera al resto del mundo
que estamos vivos, que él nos espera por delante
sin conocernos, sin envidiarnos, sin esperarnos.