Salamanca
Roca de la sabiduría
que os levantáis entre doradas aguas
del Tormes soñador, andarín y mujeriego
en campos trashumantes de orgullo ennoblecido
besáis muy despacio... las pálidas auroras,
del transfigurado y rubicundo... sol primero,
cuna... de la impúdica sabiduría latinoamericana,
notablemente derramada... en las américas australes,
de augustas catedrales... se yerguen tus olvidos
y pese a vuestro orgulloso... y cadencioso celo,
por vuestras venas...
la falsa humildad jamás se apresta:
"Lo que natura no da , Salamanca no presta..."
por vuestras calles deambula... la gloria compungida,
de la vieja Castilla... vencida en sus quimeras,
talentosa ciudad os hayáis herida de jaleas...
entre clericales bibliotecas y dulces estulticias,
donde un mundo juvenil y aventurero
forjado en la impúdica lisonja...
toma en sus estrechas... y ennoblecidas plazas,
el inmisericorde... y por siempre acéfalo,
pulso... desgajado de la historia.