Acto de fe
Un enjambre de dedos invisibles
vuela de mi intención a tus paredes;
torre en campos de mies, no retrocedes,
fingiéndoles palomas apacibles.
Y apacibles serán, e irresistibles,
en su bosquejo de intrincadas redes
de círculos y elipses. Ya no puedes
evitar sus bloqueos inflexibles.
E inflexibles serán, con la firmeza
del audaz, y la blanda gentileza
del aterciopelado galanteo.
Enjambre de mis dedos en la pura,
sedosa desnudez de tu figura,
acto de fe por el que en ti yo aún creo.