Gonzalo de Berceo (S. XIII)
Érase un hombre pobre -de limosnas vivía-
que de toda infurción y renta carecía
fuera de su trabajo, la vez que lo tenía
y en bien pocos pepiones su hacienda consistía.
Por ganar la Gloriosa a la que mucho amaba,
partía con los pobres todo cuando ganaba;
en esto contendía y en esto se esforzaba:
para obtener su gracia su pobreza olvidaba.