Cuando llega ese momento de nuestras vidas en el que hemos vivido un poco o lo suficiente para darnos cuenta de muchas de nuestras realidades, es cuando realmente se liberan nuestras ideas, damos rienda suelta a la imaginación, nos convertimos en verdaderos filósofos de nuestra existencia y nos comemos el mundo con nuestros pensamientos y acciones. Somos el reflejo de nuestros actos y dueños de nuestra conducta, imperfectos por naturaleza y maravillosamente ingeniosos, por consecuencia, seres humanos o quizás simples mortales, sin lugar a duda la creación perfecta?
Vivan las turras matutinas 🤗