"Lo que tiene Lagun de especial es su clientela. Cuando saquearon el local, la gente venía a comprarnos expresamente los libros pintarrajeados. Después, siguieron viniendo y acabamos por desarrollar una relación como las que se dan en las cafeterías de siempre, de esas en las que los clientes también vienen para hablar un poco con un amigo, para contarnos de sus hijos y de sus achaques... Ese va a ser el verdadero duelo que nos espera". Elena Recalde, socia y librera de Lagun, librería simbólica de San Sebastián explica así su ánimo en la mañana en la que ha anunciado que el negocio familiar cierra. Su tienda, difusora de la literatura y el conocimiento en San Sebastián desde los años 60 y víctima de los ataques de los grupos de ultraderecha en los años 70 y de los abertzales después y símbolo de resistencia democrática, abrirá sus puertas por última vez este fin de semana.
Desde hace años, su economía era frágil. "La idea de cerrar estaba flotando desde hace tiempo. Era una decisión dura que hemos aplazado lo que hemos podido", explica Recalde. "Durante años, este fue un buen negocio, bueno a su escala, para mantenerse y pagar algunos sueldos. Pero el mercado y la cultura de la librería ha cambiado. Con tanta oferta, nos hemos convertido en gestores de entradas y devoluciones. Los alumnos ya no compran los libros que les prescriben los profesores porque los tienen pirateados. Y las plataformas como Amazon son una competencia brutal. Hemos hecho lo posible por rejuvenecer la clientela pero no hemos sabido hacerlo, está claro".
Lagun, que toma su nombre de la palabra en euskera para amigo, nació en 1968, en los mismos años que muchas de las librerías que hicieron la Transición de la cultura española antes de la muerte de Francisco Franco. la Ley de Libertad de Imprenta que presentó Manuel Fraga en 1966 permitió que los libros prohibidos durante la primera parte de la dictadura llegaran a los escaparates. La demanda de literatura y conocimiento vivió un boom y España se llenó de negocios como Lagun.
@mikelalasmuto Creía que habían cerrado ya, dijeron que en verano y pensaba que igual habían cerrado, si puedo me paso esta semana. A otra librería que suelo ir le pasa parecido, hay gente que entra y les pide que les cojan el libro por Amazon. Impresionante.
@mikelalasmuto Cuando trabajas cara al público es como lode Roy Batty en Blade Runner: he visto cosas que vosotros los humanos no creeríais, ..."
@izarobasurko Fnac y La casa del libro son casi igual de dañinas que Amazon. @mikelalasmuto
@mikelalasmuto Ya no está en el mismo sitio que la foto , cambiaron de la plaza de la constitución, donde es la foto y donde sufrieron los ataques y amenazas, a otro local mucho mejor, en el centro de la ciudad cerca de la catedral. Pero como les pasa a todas las librerías, van muriendo poco a poco.