ABRIR LOS BALCONES
Hay que irse acostumbrando
al viejo rostro diario,
al espejo que muestra las edades,
los surcos de la piel y las heridas.
El tiempo huele siempre
a armario viejo,
a alcoba sucia y poco ventilada.
Hay que abrir los balcones,
que el aire vuelva limpio
a llenar las estancias