otoño danzan hojas al viento,
pintando el suelo con tonos ardientes,
susurran secretos, un rumor lento,
en este escenario de colores vivientes.
La brisa acaricia el árbol cansado,
sus ramas desnudas abrazan el frío,
un suspiro anuncia lo ya olvidado,
el otoño llega, dejando su rastro sombrío.
El sol se retira, más tímido y breve,
pintando atardeceres en tonos melancólicos,
cambiando paisajes, transformando leve,
la naturaleza se viste de colores místicos.
En cada crujido y en cada suspiro,
se escucha la historia de un ciclo en marcha,
el otoño es un poema que admiro,
una danza efímera que el viento desembarca.
Y mientras las hojas bailan su partida,
preparando el escenario para el invierno,
el otoño susurra en cada despedida,
su belleza efímera, su encanto eterno.