Anoche me llevé una de las mayores decepciones de mi vida.
Bajábamos al Refugio de Goriz desde el Perdido, y había una muchedumbre impresionante, con mucha gente joven, e incluso alguna guitarra.
Lógicamente, pensamos que esa noche habría allí una rave to ilegal, y claro, nos hicimos ilusiones.
Bajamos al refugio, y mientras descansábamos vimos que todos iban al mismo sitio y se ponían en corro.
A un lado del corro, un señor ataviado de blanco daba una puta misa a 170 personas.