Esta monstruosidad de planta lleva con nosotros casi veinte años. Ha pasado por momentos mejores y peores, pero el acelerón que ha cogido en los últimos meses es digno de estudio. Sale a hoja gigante cada semana o así.
Cierto es que ahora mismo no parece gran cosa, pero hay que tener en cuenta que es un palmito callejero, bastante maltratado y atacado por bichos y gente. Si sobrevive a lo mejor podemos ver una transformación asombrosa de esta planta en algo espectacular.
Considero esta imagen como una de las más icónicas de la historia de la informática: Ken Thompson y Dennis Ritchie delante de la computadora PDP-11 en la que escribieron el primer UNIX.
He subido a la azotea a rescatar la estación meteorológica y me ha sorprendido la cantidad de mugre acumulada en la placa solar. También el túper de circuitos estaba tirado en el suelo y boca abajo, debido a los últimos vientos. Aun así, seguía funcionando la muy cabrona.