Me amo mucho, especialmente cuando "involuntariamente" hago cosas que resultan siendo lo indicado. Aquello a lo que yo llamo "el vago" pero es mejor conocido como "el subconsciente" es lo más cercano que tengo de un ángel guardián.
A nivel inconsciente/subconsciente (no sé cómo se diga o si podemos hablar de separaciones tan discretas las dimensiones de lo que llamamos "Yo") considero que "el vago" es una parte de mí demasiado inteligente y que vela siempre por mi bienestar.
Durante mucho tiempo quizás consideraba su voz como intrusiva y sus decisiones erradas pero hoy le quiero demasiado y confío mucho en su accionar.