La despiadada ejecución de la guerra estaba por culminar. Su último capítulo se firmaría entre cuatro paredes, tras el paso por Reims, en el comedor de oficiales de la escuela de Ingeniería Alemana en Karlshorst donde funcionaba, desde fines de abril, el cuartel general soviético durante la batalla de Berlín.
Desde Flensburg, y trasladada por un avión norteamericano, se hizo presente, la comitiva alemana. La misma, estaba encabezada por el mariscal de campo Wilhelm Keitel quien, según Sir Arthur Tedder, enviado por Einsenhower como su representante, “encarnaba en todos los sentidos esa horrible mezcla de nazi y prusiano".
@PatricioBateman
Muy bueno
pero joder que
orgullosos prusiano
pero gracias 😊