He leído que «La Guardia Civil es y debe ser garante del bienestar de todos los ciudadanos. Debe cuidar a todos los españoles por igual, sea cual sea su cuenta corriente». Esto lo escribía un Guardia Civil progresista (sí, existen).
Os voy a contar una historieta, aunque me suena que ya la he contado.
Hace algo más de 50 años, estaba mi padre repartiendo papelitos por la calle. Le vió la guardia civil y quiso cuidarle. Después de una agradable sesión de running, mi padre se despidió de ellos y fue a visitar a una amistad que vivía cerca. Pasadas unas horas, se fue a casa. A la mañana siguiente, otros guardia civiles quisieron ser amables y fueron a su casa, tocaron la puerta y lo llevaron a comisaria para ser amables con él.
Pocos días después a mi tío le pasó algo similar. Esta vez por participar en una manifestación. También fueron amables con él.
En casa de mis abuelos la cosa estaba tensita. Mi tío, el que menos se ha metido en política, cogió un taxi para ir a hacer un trabajo urgente en una casa. El taxista, falangista, le dio un rodeo tremendo para cobrarle más. Mi tío se negó a pagar, se dieron la mano (en la cara del otro) y la guardia civil terminó siendo amable con él.