LA CABELLERA DEL AGUA BAJO LA LLUVIA
El paisaje es una lenta masticación de piedra
EDUARDO MOGA
Llueve. Llueve en la frontera, sobre los nombres
ataviados para ser quizá texto y llueve
sobre los estorninos y las albas piedras.
En el pensamiento llueve, por territorios
de embalse y retama, de arquitectura y jara.
Llueve sobre el lirio del sendero ancestral,
sobre las lascas de pizarra y las magarzas
que en los pulmones se instalan como los péndulos.
Llueve en la choza de la majada, en la boca
sagrada del sexo, la herida en que un vencejo
aletea con las arterias extendidas
hasta la extenuación. Llueve en las siluetas
de la identidad que arde, pira incombustible,
porque águila fuimos en la memoria y llueve.
Cómo se ahoga la vida bajo los ojos
del puente, y en el río tan audaz se esparce
la cabellera del agua bajo la lluvia.
(Alcántara)