Ese mismo día había parado a comer en Coria.
Una ciudad que empezó siendo vetona y acabó siendo romanísima, visigotísima y muchas cosas más.
La muralla romana y dos de sus puertas se conservan casi enteras con algún añadido de época árabe, al menos otro par de puertas.
Tiene un castillazo.
Otro día os pongo fotos.