A cuatro leguas de Pinto
y a treinta de Marmolejo,
existe un castillo viejo
que edificó Chindasvinto.
Perteneció a un gran señor
algo feudal y algo bruto;
se llamaba Sisebuto,
y su esposa, Leonor,
y Cunegunda, su hermana,
y su madre, Berenguela,
y una prima de su abuela
atendía por Mariana.
su cuñado, Vitelio,
y Cleopatra, su tía,
y su nieta, Rosalía,
y el hijo mayor, Rogelio.
Era una noche de invierno,
noche cruda y tenebrosa,
noche sombría, espantosa,
noche atroz, noche de infierno,
noche fría, noche helada,
noche triste, noche oscura,
noche llena de amargura,
noche infausta, noche airada.
En el gótico salón,
dormitaba Sisebuto,
y un lebrel seco y enjuto
roncaba en el portalón.
Con quejido lastimero
el viento fuera silbaba,
e imponente se escuchaba
el ruido del aguacero.
Cabalgando en un corcel
de color verde botella,
raudo como una centella
llega al castillo un doncel
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-Melón musgo
Led Zeppelin
Dazed and Confused
(Live at The Royal Albert Hall 1970)
ke pedazo de de bestias ![]()
entre Bourbon anda el juego
Fray Antón
No me le digáis mal,
madre, a Fray Antón;
no me le digáis mal,
que le tengo en devoción.
Madre, yo no niego
que él burla conmigo,
y de aqueste juego
siempre le castigo;
mil veces le digo:
«¡Padre, tentación!»
no me le digáis mal,
que le tengo en devoción.
Cuando estamos juntos
ambos de rodillas,
sácame por puntos
algunas cosillas;
háceme cosquillas
en el corazón.
No me le digáis mal,
que le tengo en devoción.
Yo tengo reposo
con su Reverencia,
que tiene presencia
de buen religioso;
aunque es peligroso
en mi salvación,
no me te digáis mal,
que le tengo en devoción.
Es fraile polido
de muy lindo talle,
que desde la calle
viene apercebido;
arroja el vestido,
y queda en jubón;
no me le digáis mal,
que le tengo en devoción.
Cuando quiere entrar
viene muy honesto,
mesurado el gesto
por disimular:
háceme turbar
su Visitación;
no me le digáis mal,
que le tengo en devoción.
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