El auténtico salto a la fama de Santa Claus tuvo lugar en la Navidad de 1930 cuando la empresa de la Coca-Cola le encargó un cartel para su campaña publicitaria a Nast y en la campaña navideña del año siguiente a un pintor de Chicago, Habdon Sundblom, a quien le encomendaron que remodelara el Santa Claus del dibujante. El artista de origen sueco, que tomó como primer modelo a un vendedor jubilado llamado Lou Prentice, hizo que perdiera su aspecto de gnomo y ganara en realismo.
Los holandeses son especialmente devotos a su San Nicolás, al que llaman Sinterklaas, (pues él también tiene nombres distintos en función de los países: Saint Nicolas, Sant Nikolaas, Mikołaj, etc.) y lo convierten en patrón de los marineros y de Amsterdam. Cuando colonizan Nueva Amsterdam (la actual Manhattan), le erigen una imagen de culto.
Tan pintoresca devoción llama la atención del escritor Washington Irving que la retrata en su libro Knickerbocker’s History of New York, publicado en 1809, y en el que convierte al obispo en un personaje civil, un señorón holandés, mayor, grueso y sonriente, vestido con sombrero de ala, calzón y fumando en pipa; un emigrante holandés como otro cualquiera, solo que con la peculiar afición de arrojar regalos por las chimeneas y sobrevolar en un caballo volador que arrastraba un trineo prodigioso. El hecho de que Irving denominase al personaje «guardián de Nueva York» hizo que su popularidad contagiara a los norteamericanos de origen inglés, que comenzaron también a celebrar su fiesta cada 6 de diciembre.
Ya que estamos
Todo empezó en Anatolia, actual Turquía, hacia el año 280, cuando nace un tal Nicolás, que será obispo de Mira y, más tarde, santificado. Cuenta la hagiografía (igual a una biografía, pero de santos) que se distinguió por su compasión y generosidad hacia los niños. También, se le conoce como Santo Nicolás de Bari, ciudad italiana donde, en el año 1087, fueron trasladados sus restos (en realidad, solo una falange). Europa está sembrada de templos y capillas en su honor.
Hago de Sr Román (cartero)
C3PO
Aunque no me gustan nada estas fiestas de hipocresía y consumismo, mucho
menos desde la muerte de un hermano en diciembre, sé que a muchos/as sí, y
por eso hoy quería desearos unas felices fiestas y que lo paséis bien en
compañía de vuestros familiares.
No está de más felicitar a otras personas, aunque tu no desees que te
feliciten.
Abrazos y besos
Como no me gusta la Navidaz
Y os deseo por ser hoy con todo corazón
que podáis estar con los vuestros
Mikel
Feliz Navidad
Hay un lugar en el mundo
donde el corazón late fuerte,
donde estas sin aliento
cuánta emoción sientes;
donde el tiempo se detiene
y ya no eres mayor de edad.
Ese lugar está en tus brazos
en la que el corazón no envejece,
mientras la mente
nunca se detiene
soñar.
Alda Merini
Soñaba una doncella que dormía
con un galán que amaba tiernamente,
y que él en todo andaba diligente
y descuido en todo no tenía.
Ella, aunque mal, al fin, se resistía,
diciendo: «¿Qué dirá de mí la gente?»,
En efecto cumplió con su accidente,
dando los dos remate a su porfía.
El galán la besaba y abrazaba
con más calor que un encendido leño;
lo dulce a derramar no comenzaba,
cuando se despertó, y dijo al sueño:
«¿Durar un poco más, qué te costaba,
pues para mí era gusto no pequeño?»
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