La gente de izquierdas está en conflicto permanente con los que no nos consideramos, o como en mi caso, que no queremos estar en la disciplina de ningún partido político o ninguna asociación del tipo que sea. Los más extremistas dentro de los partidos de izquierdas, consideran que si no estás a favor de las consignas de su partido, entonces estás en contra y por lo tanto eres el enemigo.
Este tipo de sectarismo es muy grave porque corta cualquier vía de conexión con las otras fuerzas. Además, cuando reciben críticas a su gestión, lo toman como un ataque directo a su partido o a su ideología.
Que tendrá que ver, que un cargo político sea de izquierdas, de derechas o del club Super 3, para que podamos evaluar su gestión y decir lo que se ha hecho mal. Esto se atacar a su partido?
Quizás debería ir al psicólogo, porque sufren una grave crisis maniaco-depresiva.
@JordiVallcarca @Aristoteles
I digues alguna cosa q no els agradi, q trigaran poc a penjar-te l'etiqueta feixista.
Quan els ñords es van empescar la campanya "lazi", aquests en van prendre bona nota.
No només es tracta de què no vulguin enraonar pel bé comú.
Es tracta de què lliuten amb ongles i dents pq veus dissidents o alternatives no siguin escoltades.
En el moment en què escampin determinades acusacions a un nom o a unes sigles, la gent no gosarà escoltar-los x allò de "cuando el rio suena...".
Aquest és el tipus de censura més perillós, gràcies a eines veritablement feixistes.
Voldria pensar q la massa d'esquerres i antisistema no s'adona de fins a quin punt està essent manipulada.
Però no me'ls puc imaginar tan babaus.