Leo mucho idealismo por acá en torno al tema del trabajo sexual. Seré explícita. Las posiciones "abolicionistas" del trabajo sexual delatan mucho.
Mucho sobre quienes las defienden y muy poco sobre el mundo en el que vivimos. Sobre cómo algunos condicionan y norman sobre la dignidad y el consentimiento de otres, por su propio bien claro. Algunas lo hacen desde las almas, otras agitan estadísticas o argumentos antímperialistas. Mucho delatan sobre cómo se relacionan con el mundo y bajo qué pretextos. Sobre como creen que saben qué necesitan las demás, mejor que ellas mismas.
La abolición de estado, trabajo, dinero o sistema sexo-género bien me parecen puntos de partida más interesantes. La moral sexual es muy aburrida.
Esas predicadoras de la moral sexual, aún cuando dicen estar a favor de que las trabajadoras se organicen y defiendan, me dejan en claro que no se dan cuenta que estorban, que son parte del problema o en el mejor de los casos, que son irrelevantes.