La cosa es que si no alimentas adecuadamente a un joven durante su etapa de crecimiento, el joven no crece, y eso era lo exactamente lo que sucedía. Mi madre, que trabajó de lechera en aquellos años, me cuenta que muchas casas con cinco y más niños pedían "un cuartillo" de leche para echárselo al café de achicoria, así que ya os podéis imaginar que los cuerpos de los chavales bastante tenían con sobrevivir.
Incluso sucedía que las niñas se desarrollaban mucho más tarde de lo que lo hacen ahora.
@hispa Exactamente. En Argentina era impresionante ver los hijos de los españoles o italianos sacarle una cabeza a sus padres. No fue mi caso: el gallego era una bestia céltica