Os cuento un problema que me está jodiendo la vida: Resulta que mi señora -con buen criterio- se ha propuesto que coma sano, porque me estoy poniendo "muy doble", como dicen en el pueblo, pero también resulta que el sábado me llevé a mi madre y a mi suegra a Utrera donde entraron a saco en la pastelería Cordero y se llevaron todo lo que fueron capaces de cargar: mostachones, lenguas de nata, sultanas de coco, rosquillas de piñones... Pero claro, ante la atenta vigilancia de mi cónyuge, en estos cuatro días sólo he conseguido escamotear un par de rosquillas de piñones y un sultana de coco. ¿Qué me recomendáis, el asesinato o el divorcio?