Seguramente utilizarán grandes altavoces para gritar: "¡Maricón el último!", porque en caso de tsunami procedente de la falla de San Vicente no nos va a dar tiempo ni a decir "olé".
Si estás a pie de costa y tu edificio parece sólido y tiene varias plantas, mejor subir a la azotea que intentar huir en medio del caos arrastrando niños, etc hacia quién sabe dónde.