Lo que esperan muchos empresarios de alguien a quien dan dinero: que haga lo que a ellos les dá la gana cuando a ellos les da la gana.
Lo cual es una bobada, porque Trump, una vez en la Casa Blanca, ya no necesita dinero de nadie, y menos de alguien que probablemente no ha puesto ni la mitad de pasta que el niñato de la X.
Es en cosas como estas en las que se ve que saber de invertir dinero no tiene que ver con saber de política.
Ni de gestión pública, ya puestos.
Nunca entenderé porqué hay tanta gente pensando que ser un empresario de éxito implica que alguien sea bueno gestionando la economía de un país, y ya no digamos todo lo demás.
Ni los objetivos, ni los medios, ni las reglas son los mismos.
Y creer que lo son, implica total incompetencia para hacer ese trabajo.