Probablemente también influya que estamos ya saturados de historias de héroes enfrentados a enemigos que deberían hacerles pulpa y ganan igualmente, o mueren y resucitan media hora después.
Eso hace que desarrolles una perspectiva totalmente distorsionada de tus probabilidades de éxito.
Si a eso le sumas todas esas fantasiosas historias de emprendedores según las cuales si te esfuerzas mucho y eres muy listo llegarás a ser el tipo más rico del mundo antes de los 40, no es nada sorprendente la de gente que ha sido estafada por cryptobros y demás gentuza.