A ver, que yo haya comprobado personalmente, en aplicaciones internas de instituciones públicas de Euskadi, se incumplen sistemáticamente las siguientes normativas:
- Accesibilidad: si aparece un ciego, por ejemplo, se hacen a todo correr los cambios necesarios, si no, dos piedras. No sea que alguien denuncie.
- Linguística: por mucho que la ley diga que todo tiene que estar en euskera y en castellano, en la práctica lo normal es que sólo funcione en castellano.
En páginas públicas se cumple todo esto bastante más (aunque no siempre, por motivos técnicos que casi siempre realmente son económicos).
Vamos, que lo de no tener planes de igualdad es sólo la punta del iceberg.