Cuando salió el Victoria 3, el meme era que el comunismo estaba demasiado fuerte en comparación con el resto de posibles alternativas socio-económicas. Tras haberlo jugado, me ha tenido pensando un buen rato.
No se trata de que el comunismo esté OP, se trata de que el juego es una simulación basada en la premisa de que las condiciones materiales de las sociedades del siglo XIX llevan inevitablemente al comunismo. Esa es la historia que está contando con sus sistemas.
En este tipo de cosas es donde se nota que la prioridad número 1 de este tipo de juegos no es ser realista, sino ser divertido.
Los sistemas políticos, sociales o económicos son demasiado complejos como para encajarlos en categorías tan simples. Y, desde luego, la idea de la evolución lineal e inevitable de unos a otros es un absurdo. Pero hacerlo así hace que tu civilización evolucione de forma similar a la que mejor conoces (la tuya), con lo que se te hace más natural y divertido.
Pero cuando repasas la antiguedad, ves cómo iban pasando de unos a otros (o sus equivalentes de la época) sin que haya el menor asomo de esa linearidad. Ahí están los romanos: monarquía (autoritarismo) -> república (oligarquía) -> imperio (autoritarismo). O el caos de los griegos, que en cada ciudad tenían un sistema.