Hay cosas que suenan casposas y viejunas (sin duda porque lo son). Como esta iniciativa de la Iglesia Navarra (que tanto está tardando, por cierto, en devolver propiedades de las que se apropiaron y en reconocer y pagar los delitos de abuso de menores que han sido tan habituales entre sus miembros) que se llama #cenasFAV - por familia, acogida y vocación.
No me atrevo a hacer comentarios, pero la idea de invitar a un seminarista a cenar en casa y que coja confianza con tus niñes se me antoja peligrosa viendo lo que puede pasar luego. Llamadme malpensada, pero qué queréis que os diga.
(Leyendo la noticia:
https://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/2025/11/28/experiencia-cenar-seminarista-dnexclusivo-801858-15.html )
Para qué hacer periodismo cuando puedes hacer un publirreportaje sobre una iniciativa claramente publicitaria.
Porque para invitar a tu casa a cenar a alguien no necesitas iniciativa alguna. Le invitas y en paz. Sea seminarista, bombero o repartidor.
