@javierfpanadero La ultraderecha tiene muchos resquicios por donde meterse, el principal probablemente sea el discurso del odio de los demás hacia uno mismo. La mayoría de gente que se identifica como “anti-woke” lo hace porque lo ven como una ideología que va contra ellos.
De hecho, para muchos es un discurso que tiene sentido, porque lo perciben de la siguiente forma: “Si yo soy una persona normal, que no me meto con nadie, que no soy machista ni homófobo ni nada, ¿por qué por ser un hombre blanco heterosexual me atribuyen una especie de pecado original que en todo caso cometieron mis padres o mis abuelos, pero no yo?” Argumentos similares pueden aplicarse a discursos nacionalistas o neoliberales. Al final, todo se reduce a hacer ver que la izquierda no tiene la superioridad moral. De todo lo demás, se convence uno mismo.
Problemas de egos aparte, yo sigo pensando que hablando se entiende la gente. Si ellos pueden convencer (o más bien seducir), yo también puedo. La izquierda, si de verdad lo es y quiere sobrevivir, no puede basarse en la exclusión, la cancelación y la pureza ideológica.
@javierfpanadero Si un nazi hace cosas de nazis (el énfasis lo pongo en ‘hacer’), claro que debe ir a la cárcel. ¿En qué sentido contradice eso lo que he dicho? Yo estoy hablando de ideas, y creía que tú también (por lo de convencer).
Pero, ya que estamos hablando, ¿cómo concilias tu idea de que no se puede convencer a un nazi de que no lo sea (como si la ideología fuera parte inseparable de la propia identidad) con la función rehabilitadora y reeducadora de la cárcel?
@josemanuel hablas de cancelación, exclusión.
No estoy en contra de la función rehabilitadora de la cárcel, pero tb tiene otras como que la gente se piense dos veces lo que va a hacer y hay mucho nazi que lo es solo si el entorno es cómodo.