Parte de no imponernos sobre otros pasa por no imponer nuestras formas y tiempos a los demás. Creo que en nombre de tener organizaciones fuertes, efectivas o inclusivas olvidamos que no podemos pretender que nuestrras organizaciones dejen de ser humanas, que sean perfectas. Claro, eso también aplica para nuestras relaciones.
Aun cuando nos auto imponemos estándares fallamos. Veo que centralizar esfuerzos nos impone no sólo estándares si no también formas y tiempos. Y que por eso es mejor la pluralidad de esfuerzos aun cuando compartimos estándares. No todos los que no trabajan a nuestro ritmo son enemigos, pero tal vez sea mejor para todas las partes, trabajar de manera independiente.