Hace unos cuantos años, un vendedor de ebay decidió traer dos veces una cinta de andar que encargué como regalo para mi madre.
Y no veas lo bien que nos está viniendo ahora esa cinta extra que nunca quisieron llevarse por más que les dijera que se habían equivocado y que se la llevaran. La jodía cinta está todo el puto día funcionando y librándonos un poco de la lorza.