Billy yacĂa en la UCI, intubado, desahuciado por los mĂ©dicos, que nada mĂĄs podĂan hacer por salvar su vida. Al poco de ingresar, ya todos sabĂan quiĂ©n era Billy, a lo que se habĂa dedicado, lo que habĂa hecho, pero no importaba: ellos eran profesionales, y la vida del paciente era lo primero.
Sin embargo, nadie pudo impedir que, en su Ășltimo estertor, sin familia, sin conocidos, sin nadie de quien despedirse, alguien, una persona anĂłnima, se acercara a su cama y, poniendo en riesgo su salud, se quitara la mascarilla para poder decirle muy bajito pero muy claro:
-Viva la RepĂșblica, hijo de puta.
Billy, asfixiado por la neumonĂa, ni siquiera pudo responder, y un minuto mĂĄs tarde exhalaba un suspiro, un gemido y un lamento final. El Ășltimo de los lamentos que Billy habĂa provocado en su vida.
@Darkanael
Ah, pero estas mierdas nunca suceden en la realidad. Por eso hay que imaginarlas y tenerlas ahĂ, como una posibilidad por pequeña que sea de que sucediera de tal modo.
@hispa es para llorar la escena