Las siestas de las benzodiazepinas son relajantes a la vez que coloridas. En mi caso, con sabotaje a un submarino soviético y visita a Moscú rollo espionaje. Y casi follo con un rusa que olía a limón.
Así que, como comprenderéis, las noticias de la tarde me la traen al pairo.
PD: Me sigue doliendo el cuello.