Hoy he vuelto a la Feria. Dudo que nadie leyera lo que escribí el otro día, pero quienes atendían las casetas han estado mucho más amables en general, conmigo y con los demás. Especial mención merece la chica de Libros del Zorro Rojo, simpatiquísima.
Pero, como el niño del chiste, yo sólo vengo aquí a quejarme, y debo hacerlo de la mujer de la caseta de los países nórdicos, a quien he comprado una edición de El maravilloso viaje de Nils Holgersson a través de Suecia después de preguntarle y confirmar que era una edición completa y no abreviada (porque era un libro ilustrado y me lo olía. Además, en la Feria del Libro Antiguo hace un par de semanas vi otra edición y me pareció bastante más largo). Pues bien, para sorpresa de nadie a estas alturas del párrafo, la contraportada dice, y cito: “Texto abreviado de Selma Lagerloff”.
Como mañana tengo que volver por otro tema más agradable, me pasaré por allí a decirle que lo más odio en el mundo es que me mientan. Mira que era sencillo contestar simplemente: “Pues no lo sé”, que es lo que me dijeron en otra caseta dos chicas cuando les pregunté si el libro de Kawabata que quería comprar era traducción directa del japonés. Lo compré igual, pero al menos sabiendo que podía equivocarme y que sería culpa mía. Además, al menos ellas se pusieron a buscar en los créditos del libro por si encontraban la información. (Ya había mirado yo, pero agradecí mucho el gesto.)
He comprado también una edición de Viaje al Oeste en Siruela. Ahí me doblaron la apuesta: traducción directa y edición completa. Aún no lo he abierto, pero el libro es muy gordo y uno de los traductores se apellida Hwang, o algo parecido, así que creo que no tendré que quemar el Paseo de Coches este año.