Es curioso que nunca, nadie, haya planteado que un presentador gallego, catalán o vasco se deje su acento en casa a la hora de presentar el telediario.
Yo, cuando hay un local como El asador de Guadalmina donde se hace exaltación del fascismo y se abusa de los trabajadores, no es que le haga la cruz al local, sino que le hago la cruz a toda la localidad, porque son en parte responsables de que exista un local así en su vecindario. Lo mismo me pasa con Casa Pepe y otros sitios parecidos: no paro en esos pueblos ni aunque me maten.
Hay gente que no ve que ha llegado el momento de dejar de conducir hasta que ha montado un chocho de tres pares de cojones.
https://cadenaser.com/emisora/2021/08/19/radio_bierzo/1629376729_051010.html
Vaaaaale. Pues a partir de ahora me dedicaré a dar vueltas a la manzana con toda la pachorra, entorpeciendo el tráfico y consumiendo más gas que si el motor estuviera al ralentí.
Menuda estupidez de norma.
https://www.diariodesevilla.es/motor/parado-coche-sin-apagar-motor-multa-100-euros_0_1603039874.html
En todo caso, cada uno de ellos más chanante que el anterior, excepto el Génesis, por razones obvias.
Y sí, ya sé que son un montón de libros, pero yo los considero más "fascículos" de una obra que obras independientes por sí mismas.
Llegas a la playa y está hasta la puta bola de gente. Buscas un sitio mientras te achicharras las plantas de los pies con la arena. Apartas las colillas para extender la toalla y pinchar la sombrilla, con cuidado de no tocas las aledañas. Pasa un hijo puta niño corriendo que te echa la arena encima. Decides bañarte en esa orilla donde todos han meado (y algunos incluso algo más), para salir lleno de salitre y con algas en los cojones. Te tomas algo en el chiringuito a precios de posguerra después de haber peleado a codazos por diez centímetros de barra. Y te vas de allí pensando en los tres euros que te han soplado por un paquete enano de papas fritas rancias mientras te quitas la arena de los pies en ese festival de los hongos que llaman duchas.
La verdad, no sé cómo os puede gustar la playa.
1947 fue realmente un año de mierda, de privaciones, posguerra, explosiones y, además, la gran riada de Sevilla en marzo. Sin embargo, ese mismo año nació mi señora madre, así que una cosa por la otra: el karma está equilibrado.
Ayer se conmemoraba también un luctuoso aniversario: el de la explosión de Cádiz. Ese 18 de agosto de 1947 explotaba el polvorín de la Armada en Cádiz, llevándose por delante a media ciudad y matando en el acto a 150 personas.
Siempre oí decir a mi padre y a mis abuelos que la explosión se oyó perfectamente en Sevilla, a más de 100km, para que os hagáis una idea de la magnitud del desastre.
No deja de tener cierta gracia que, en el plazo de veinte años, los talibanes y la ultraderecha americana y europea hayan pasado de ser enemigos irreconciliables a coincidir en buena parte de sus cimientos morales, como el rechazo a la homosexualidad, el antifeminismo, el negacionismo covid, la prevalencia de la religiosidad sobre la ley o la educación segregada.
«Yo preferiría, con mucho, ser feliz a tener razón».
Douglas Adams
Se sobreentiende en todos mis escritos el animus iocandi, por lo que pueda pasar.
Sevilla tiene un calor especial...
Cuenta de respaldo.
Cuenta principal cuando hay furbo en España.