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Existen proyectos multidisciplinarios cuyo objetivo es enviar un mensaje a nuestros descendientes que vivirán dentro de diez mil años o más.
Primero deben decidir en qué medio dejarán el mensaje. La roca se erosiona, la madera se quema, el metal podría ser vandalizado para ser reutilizado. Hay una cantidad importante de propuestas, que van desde discos ópticos de silicio, pasando por cadenas de ADN encerradas en un cristal, hasta —atención– ¡mitos y leyendas insertados en la tradición oral!
Una vez elegido el medio, deben encontrar el modo de codificar y decodificar el mensaje. Pocos idiomas duran más de dos mil años, y la simbología (como ⛔❌✔️☮️🚫) es tan convencional como las palabras. Se trata entonces de incluir en el mensaje los elementos básicos de un idioma común, de enseñarle la lengua a alguien que no la habla y que no puede preguntarte.
¿Y por que haríamos esto? ¿qué querríamos decirles a nuestros recontratataranietos?
El punto es que tenemos que reemplazar la matriz energética global lo más rápido posible, y la única opción viable es la nuclear (y no, no creas todo lo que lees en las redes, las opciones "sustentables" no son opciones realmente). Y esa opción genera residuos que deben ser soterrados en lugares geológicamente seguros durante al menos cien mil años.
Y no queremos que los arqueólogos del futuro generen una tragedia solo por curiosidad. Estamos cuidando a nuestra progenie.
Esta vez la maldición del faraón es real, y es mejor que la entiendan antes de seguir cavando...
La mejor #Nerdolaga del mercado: dos de los científicos de la expedición de CONICET al cañón de Mar del Plata
Abutiu, tambien escrito Abuwtiyuw, fue un perro que vivió hace más de 4300 años en el antiguo egipto. Era un miembro de la guardia imperial de un faraón desconocido de la sexta dinastía. Fue enterrado con los honores de un noble, incluyendo una inscripción que dice:
"El perro que custodiaba a Su Majestad se llamaba Abutiu. Su Majestad ordenó que lo enterraran ceremonialmente, que le dieran un ataúd del tesoro real, lino fino en gran cantidad e incienso. Su Majestad también le dio ungüento perfumado y ordenó que le construyeran una tumba con cuadrillas de albañiles. Su Majestad hizo esto para que el perro fuera honrado ante el gran dios Anubis."
La placa con esa inscripción fue encontrada en 1935 entre los restos de una antigua mastaba (tumba egipcia previa a las pirámides) pero había sido usada como material de construcción de la misma, es decir que había sido extraída de la demolición de una mastaba más antigua. Es importante entender que la historia de Egipto es muy larga, y muchas piedras de construcción fueron reutilizadas varias veces. Gracias a esta inscripción, Abutiu es el perro más antiguo cuyo nombre conocemos.
Las momificaciones de perros eran comunes en el antiguo Egipto, donde los enterraban dentro de estatuas con la forma del dios Abubis, con cuerpo humano y cabeza de chacal.
Abutiu puede significar "orejas en punta" (se piensa que era un tzem, una de las primeras razas de perros conocidas, con orejas puntiagudas), o tal vez es un nombre inspirado en la onomatopeya egipcia para el ladrido "abuw".
Es decir que Abutio, el nombre elegido por el faraón para uno de los perros de su guardia, y que se transformó en el nombre más antiguo conocido, tal vez significa "guaguau". Lo cual me parece algo hermoso.
Fuente: Damian Kuc
Abutiu, tambien escrito Abuwtiyuw, fue un perro que vivió hace más de 4300 años en el antiguo egipto. Era un miembro de la guardia imperial de un faraón desconocido de la sexta dinastía. Fue enterrado con los honores de un noble, incluyendo una inscripción que dice:
"El perro que custodiaba a Su Majestad se llamaba Abutiu. Su Majestad ordenó que lo enterraran ceremonialmente, que le dieran un ataúd del tesoro real, lino fino en gran cantidad e incienso. Su Majestad también le dio ungüento perfumado y ordenó que le construyeran una tumba con cuadrillas de albañiles. Su Majestad hizo esto para que el perro fuera honrado ante el gran dios Anubis."
La placa con esa inscripción fue encontrada en 1935 entre los restos de una antigua mastaba (tumba egipcia previa a las pirámides) pero había sido usada como material de construcción de la misma, es decir que había sido extraída de la demolición de una mastaba más antigua. Es importante entender que la historia de Egipto es muy larga, y muchas piedras de construcción fueron reutilizadas varias veces. Gracias a esta inscripción, Abutiu es el perro más antiguo cuyo nombre conocemos.
Las momificaciones de perros eran comunes en el antiguo Egipto, donde los enterraban dentro de estatuas con la forma del dios Abubis, con cuerpo humano y cabeza de chacal.
Abutiu puede significar "orejas en punta" (se piensa que era un tzem, una de las primeras razas de perros conocidas, con orejas puntiagudas), o tal vez es un nombre inspirado en la onomatopeya egipcia para el ladrido "abuw".
Es decir que Abutio, el nombre elegido por el faraón para uno de los perros de su guardia, y que se transformó en el nombre más antiguo conocido, tal vez significa "guaguau". Lo cual me parece algo hermoso.
Fuente: Damian Kuc
¿Cómo se hace la ciencia? ¿cómo es ser científico? ¿cómo funcionan los sistemas científicos en el mundo? ¿cómo funciona en Argentina? ¿cómo sabemos si un científico es bueno?
Fuente: @nicolasg
¡Hay streaming!
https://www.youtube.com/live/lcM82Srz8TE?si=FqaEaaQiVWSlN0Cz
El monstruo de Tully es un animal extinto que vivió hace 310 millones de años. Sus restos fueron descubriertos por el recolector de fósiles que le dio su nombre, en 1955 en Illinois, donde se descubrieron todos los fósiles de esta especie que conocemos hasta el presente.
Su cuerpo en forma de huso no tiene huesos, está flanqueado por agujeros circulares que podrían ser branquias, y termina con dos aletas caudales verticales arriba y abajo. En el otro extremo emerge una trompa casi tan larga como el cuerpo, que se convierte en par de pequeña mandíbulas con minúsculos dientes. En ninguna parte se distingue una cabeza, pero cerca de la base de la trompa el cuerpo está cruzado en forma de T por un "palo" en cuyos extremos se encuentran los ojos.
Aún después de setenta años, no sabemos como clasificarlo. Se discute si es un molusco como el calamar y el caracol, un artrópodo como el cangrejo, la araña y la mosca, o un cordado como la corvina, el cocodrilo, o el gato de tu vecina.
Fuente: Wikipedia
https://www.youtube.com/watch?v=kAxqt4UqdLo
Para aquéllos de ustedes que hayan estado viviendo en Marte estos últimos días, este es el enlace al stream de la expedición del grupo del CONICET y el Schmidt Ocean Institute a la fosa de Mar del Plata, ahora a 3135 metros de profundidad.
No se lo pierdan, es fascinante.
# Ictionegacionismo
Los mamíferos se definían, según la antigua clasificación biológica, como aquellos animales que poseen mamas, junto con otras características comunes como tener un esqueleto, cuatro extremidades y sangre caliente. Por eso las ballenas son mamíferos y los pulpos no.
Los insectos son animales sin esqueleto, con seis extremidades y un cuerpo separado en tres segmentos, dos antenas y cuatro alas. Por eso las moscas son insectos y las arañas o los ciempiés no.
Los peces... bueno... podemos decir que son animales con un esqueleto, acuáticos, que respiran por branquias y estan cubiertos de escamas. Solo que no todos. Los tiburones no tienen escamas, los peces bruja (parecidos a las lampreas) no tienen vertebras, los saltadores del barro no son completamente acuáticos, peces pulmonados no sólo respiran por branquias. Digamos que algunos peces son mas peces que otros.
Esto no es un problema en los otros grupos, porque la clasificación moderna es "filogenética", lo que que decir que se basa en el árbol genealógico. Las ballenas no tienen cuatro patas, pero son descendientes de animales que sí las tenían y por eso son mamíferos. Las pulgas no tienen cuatro alas aun siendo insectos, pero sólo porque las perdieron, al no resultarles útiles dado el hecho evidente de que los perros no vuelan.
Es decir que todos los mamíferos tienen un antepasado común que tenía las características definitorias, y lo mismo pasa con todos los insectos.
Más aún, el antepasado común de los mamíferos está emparentado con el de los reptiles, dado que ambos tienen también un antepasado común. Este antepasado tenía cuatro patas, y sus descendientes, reptiles y mamíferos entre ellos, se llaman "tetrápodos". Respecto de los insectos, su antepasado común tenia cuatro alas, dos antenas, y seis patas. Es diferente del antepasado común de arañas y escorpiones, que tenía ocho patas y dos pincitas o "quelíceros". Pero ambos bichos antediluvianos tenían, tambien, un antepasado común, el tatarabuelo de todos los "artrópodos".
¿Y qué pasa con los peces?
Bueno, resulta que el antepasado de todos los peces es también el antepasado de todos los vertebrados, incluidos mamíferos y reptiles. Los tiburones y las rayas se separaron de los peces con escamas hace tanto tiempo, que una corvina está más cercanamente emparentada con un caniche que con una mantarraya. Incluso si nos limitáramos a los peces con escamas, su antepasado común es tambien antepasado de todos los tetrápodos, incluidos tu vecina y tu gato.
En otras palabras, o bien todos somos peces, o bien los peces no existen.
Esto tiene dos importantes consecuencias: la primera es que o una ballena es tan "pez" como un atún, o ninguno lo es. Y la segunda es que en Semana Santa, si no hacés ayuno, podés comer lo que quieras.
Viven en el mundo unos ocho mil millones de personas.
Supongamos que les hacemos a todas ellas una pregunta con dos respuestas posibles. Por ejemplo "¿qué color preferís, el verde o el naranja?". O bien "¿te gustan los varones o las mujeres?". O también "¿escribís con la zurda o con la derecha?". Cualquier pregunta de este tipo divide a la población en dos grupos, dependiendo de la respuesta. Ahora podemos tomar uno de esos grupos y hacerle a cada uno de sus miembros una pregunta diferente, también con dos respuestas. "¿Vivís en el hemisferio norte o en el hemisferio sur?". "¿Sos de izquierdas o de derechas?". "¿Pastafrola de membrillo o de batata?". Esto vuelve a separar al grupo elegido en dos subgrupos, según la respuesta. Podemos repetir el proceso con uno de esos subgrupos para volver a separarlo en dos. "¿Sos team verano o team invierno?".
Ahora bien ¿cuántas preguntas tendríamos que hacer, para que el grupo final tenga una sola persona? En otras palabras ¿cuántas respuestas identifican unívocamente a cualquier habitante del planeta?
La respuesta es notablemente simple.
La primera pregunta divide a la población del mundo en dos. La segunda divide en dos a una de las mitades, dejándonos con un cuarto de la población total. La tercera nos da un octavo, la cuarta un dieciseisavo. La enésima pregunta divide a la población por 2^N. Dado que ocho mil millones es aproximadamente 2^33, sólo serán necesarias 33 preguntas para que el proceso nos deje con un sólo individuo perfectamente identificado.
Por supuesto, esto se obtuvo suponiendo que las preguntas están completamente descorrelacionadas. Es decir que por ejemplo el hecho de ser mujer no influye en tu gusto de pastafrolas. Sin embargo, en la realidad las correlaciones existen. Esto implica que el número de preguntas dicotómicas necesarias es en la práctica un poco mayor. Sin embargo, también podemos incluir preguntas con tres posibles respuestas, o incluso con más, lo que reduciría más rápidamente el tamaño de los grupos que nos quedan en cada paso.
Como conclusión, con unas pocas decenas de opciones cualquier persona en el mundo queda completamente singularizada.
Y el punto es que en nuestra vida digital tomamos ese tipo de opciones todo el tiempo. "¿Qué navegador usás?". "¿En qué red social tenés cuenta?". "¿Qué músicos o actores te gusta seguir?". "¿Cuál es tu pronombre?"
Y así funciona el rastreo en Internet. No importa que uses un pseudónimo, vos seguís siendo vos.
En Dyvulgativa no vendemos un producto, ni promovemos una carrera, ni estamos fundando un negocio.
Dyvulgativa no es una marca ni un emprendimiento, no tiene un plan estratégico ni un objetivo de crecimiento.
Sólo es un club de amigos, donde compartimos nuestra pasión por la ciencia y el conocimiento, con la esperanza de repetir en otros la sensación de maravilla que nos provoca el universo.
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Auroras filmadas desde la ISS.
Fuente: @fascinating@primal.net
Entre quinientos millones y quinientos mil millones de los átomos de tu cuerpo formaron alguna vez parte del cuerpo de otra persona. De cualquier otro individuo que haya vivido en la historia. Tenés dentro tuyo parte del cuerpo de Shakespeare, de San Martín, de tus abuelos, de Hitler y de Gengis Khan.
Entre el 70% y el 90% de los átomos de tu cuerpo fueron parte del Big Bang, el estallido original que dio origen al universo. Y la virtual totalidad de tus átomos fueron parte de antiguas estrellas durante cientos o miles de millones de años, hasta dispersarse en apoteóticas explosiones de supernova.
Cuando mueras, tus átomos se dispersarán por toda la Tierra siguiendo los ciclos del agua, del carbono, del nitrógeno, del fósforo. Cuando el sol muera, arrastrará tus átomos en una enorme nube de gas, que se convertirá en un semillero de nuevas estrellas. Estrellas que casi con seguridad tendrán planetas a su alrededor, que tal vez tengan seres vivos en ellos.
Somos nosotros, y somos los otros, y somos literalmente todo lo que ha existido, y volveremos a serlo una y otra vez, hasta el fin del Universo.
Fuente: @SciShow
Movimiento browniano, demonios de Maxwell y bates de béisbol.
Vía @SeverianX
Esta es la distribución normal. Esta distribución se aplica tanto a los ingresos como a la inteligencia.
La zona más oscura del centro denota la "normalidad" en un sentido técnico.
La zona clara a la derecha, en la curva de ingresos, habla de los privilegiados, son un 15%.
La zona clara a la izquierda, en la curva de inteligencia, habla de los subnormales, que tambien son un 15%
Suponiendo que la mayoria de los adinerados tienen inteligencia normal, podemos sumar las dos contribuciones y explicar el núcleo duro de los votantes de la ultraderecha.
Poderosa la ciencia es, diría Yoda
El por qué de las olas de calor en Europa
https://mastodon.social/@Spanishrevolution/114772268409093261
#HiloDeCiencia
#ComunicaCiencia
#Ciencia
#Climatología
#CambioClimático
#PPOD: Today is #AsteroidDay, the anniversary of the Tunguska Event, when we raise awareness about potentially hazardous asteroids and their possible impacts on Earth. We also celebrate the addition of a new tool in our quest for #planetarydefense—the Vera Rubin Observatory. During the VRO's First Look last week, a new video revealed the discovery of over 2,100 new asteroids, including seven near-Earth objects (NEOs). Credit: NSF–DOE Vera C. Rubin Observatory
@dyvulgativa
Dioniso (que no Dionisio) era además dios de la locura, del éxtasis (¿lujuria?) y del teatro.
La gran noticia científica de esta semana es que finalmente tenemos un cráneo de denisoviano. La historia es fascinante.
Dionisio era el dios griego del placer, la fertilidad y el vino. No parece ser un buen nombre para un eremita, pero así se llamaba Denis, un siberiano del siglo XVIII que habitó en una cueva que heredó su nombre. En 2008 la cueva Denisova fue explorada por antropólogos rusos, quienes descubrieron en ella el hueso de la falange de una niña humana de entre 30000 y 70000 años de antigüedad. Pensaron que se trataba de una neandertal, pero el análisis de su ADN reveló en 2010 que habían encontrado una especie humana completamente nueva.
Aclaremos qué significa hablar de "una especie humana": así como los perros existen junto con los lobos y los chacales, y los caballos junto con los burros y las cebras, los seres humanos modernos convivimos en el pasado no tan lejano con otras especies de nuestro mismo género. Un ejemplo son los neandertales, otro los forisiensis (hombres enanos de la isla de Flores). Lo que los antropólogos rusos acababan de descubrir era otra especie más, que convivió e incluso se hibridizó con nosotros hasta hace unos 25000 años.
Esto provocó una revolución en la antropología. Un trozo de mandíbula fósil encontrado en 1980 por un monje budista en una cueva del Tibet resultó ser denisoviano, al igual que un diente encontrado en 2018 por unos niños en Laos y otro trozo de mandíbula recuperado en 2008 por un taiwanés en un mercado de pescado, que había sido obtenido del fondo del estrecho de Taiwán. Hasta esta semana, el total de los restos denisovianos encontrados estaba limitado a estas pocas muestras y alguna más, si bien se sospecha que hay decenas más, mal clasificadas como neandertales en diversas colecciones alrededor del mundo.
Lo que sabemos ahora, gracias al análisis de ADN mitocondrial hecho por genetistas chinos, es que el cráneo conocido como "Dragon man" y clasificado como "homo longi" es de un denisoviano.
La historia de este fósil también es fascinante. En 1933 Manchuria estaba ocupada por los fascistas japoneses. Un trabajador ferroviario encontró en la orilla de un río la calavera completa de un humano antiguo. Reconociendo su importancia y el riesgo que corría en tiempos convulsos, la escondió en el fondo de un pozo. En 1945, cuando los soviéticos liberaron el área, el hombre decidió prudente esconder su trabajo previo para las autoridades niponas, por lo que el fósil permaneció escondido. En 2018, poco antes de morir, contó la historia a sus nietos, quienes recuperaron la calavera y la llevaron a un museo.
Sabemos ahora, gracias a este descubrimiento, que los denisovanos eran grandes y sólidos, pesando alrededor de 100kg. Combinando esto con su extensión geográfica desde Siberia hasta Laos, y con la evidencia genética de que se mezclaron con nosotros (y con las demás especies humanas como el pequeño homo florisiensis) hasta hace 25000 años, cabe preguntarse ¿serán acaso las leyendas de gigantes y enanos las memorias culturales de nuestros hermanos extintos?
Divulgación científica.